Monday 10 December 2012

¿Por qué limitarse a un escaño vacío?

La idea de Escaños en Blanco es hacer visible el descontento, y cada vez somos más. Eso quiere decir que somos mucha gente descontenta con ganas de hacer algo para cambiar las cosas. Entonces ¿por qué rechazar el escaño? ¿por qué no cogerlo y cambiar las cosas? Me lo han preguntado muchas veces, y le he dado vueltas al tema muchas veces, y siempre llego a la misma conclusión:

Lo primero es que, la intención de Escaños en Blanco es representar a los que no quieren votar a ningún partido; si Escaños en Blanco tomase el escaño para cambiar las cosas, sería un partido más. Podría donar el dinero de subvenciones y sueldos, pero estaría dentro del juego. Tendría que votar, ya no representaría al voto en blanco y sus candidatos podrían deslumbrarse ante el poder y viéndose dentro del grupo de poder, corromperse. Siendo un partido más ¿por qué le iba a votar nadie?

Lo segundo es que, que un grupo de ciudadanos como los que forman Escaños en Blanco consiga entrar en el Congreso, o en cualquier otra institución, es una tarea prácticamente imposible: Necesitas un gran grupo de gente que no conseguirás del día a la mañana, necesitas que toda esa gente persigan un mismo propósito, sin fisuras, sin divisiones internas, necesitas dinero para hacer campaña, o en su defecto, un mensaje impactante y una repercusión mediática, para conseguir llegar a la mayor parte posible de la población, tendrás que luchar contra un imperio de medios de comunicación que bombardean a los ciudadanos con el mensaje de un “voto útil” y les hace creer que solo se presentan a las elecciones los dos o tres partidos de siempre, y por último, en esta España cainita, hagas lo que hagas se te posicionará en “derecha” e “izquierda” y automáticamente estarás limitado a la mitad de la población;

Sé todo esto porque antes de involucrarme con Escaños en Blanco seguí de cerca una iniciativa, que ahora ha quedado demostrado que era tremendamente visionaria, llamada “Otra democracia es posible”. Dicha iniciativa fracasó por todos esos motivos.

Por si todo eso fuera poco, si al fin consiguieras un escaño, todos tus actos serían criticados, retorcidos y tergiversados, porque al poder político no le conviene que haya competencia, haciendo que una parte de los que te votaron, dejen de hacerlo en las siguientes elecciones.

Pero Escaños en Blanco es capaz de saltarse esos obstáculos: Hay muchas personas con ganas de mandar a un político al paro; tiene un solo propósito: dejar el escaño vacío: es fácil de defender, es difícil que se produzcan fisuras internas, porque el objetivo es muy claro y difícilmente alterable y por lo tanto poco proclive a la discusión; su mensaje es claro e impactante: Manda a un político al paro, que consigue que la propuesta se transmita de boca en boca; a poco que consiga, puede obtener una cierta repercusión mediática con pocos logros (un concejal de un partido minoritario no es noticia, pero uno que deja el escaño vacío sí lo es) y, lo mejor de todo, es que es capaz de unir a todo tipo de ideologías, porque Escaños en Blanco está formado por ciudadanos de todas las ideologías trabajando juntos por mejorar las cosas, personas que saben, más allá de una forma u otra de ver la política, que el problema de nuestro país es una casta política sin ideales, que el problema de nuestro país son unos políticos que solo buscan el poder y el enriquecimiento personal y por eso mismo, cuando Escaños en Blanco consiga su primer escaño, para lo que queda muy poco, nada podrá ser tergiversado, porque no habrá nada que tergiversar. El escaño se quedará vacío rompiendo la barrera del desconocimiento que hace que aun haya gente que se abstiene o vota en blanco o nulo.

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Escaños en Blanco, con la simple promesa de dejar el Escaño Vacío puede conseguir lo que parece imposible: dejar a la vista la opinión extendida de que los políticos se representan a ellos mismos, y que hay mucha gente que está dispuesta a cambiar las cosas, romper la idea del “voto útil”, conseguir que la gente que ha dejado de ir a votar vuelva a hacerlo, y además, que no lo haga a los cinco o seis partidos que han destrozado este país.

Por todo eso, dejar el escaño vacío y pedir el voto en blanco computable, es el primer paso de un camino que cambie las cosas. Un cambio tranquilo, sereno y reflexivo. Un cambio de una sociedad madura que no permita más los abusos de una élite corrupta.

Vamos a por ellos.